20 enero 2010

Sacha


Sacha


Ese era el nombre de nuestra mascota, un Schnautzer Gigante hembra de sesenta y cinco centímetros de altura y treinta y cinco kilos de peso, cariñosa y afable que nos dejo hará pronto tres años, concretamente en febrero, negra como el betún con largos bigotes y cejas que le tapaban sus ojos, característica principal de esta raza como lo es el rabo y las orejas cortadas aunque sacha no las tenía cortadas. Recuerdo su llegada a casa, en un momento delicado para Nieves y para mí al recibir la triste noticia de que no podíamos ser padres.
Cuando nos la regalaron con tres meses, todo lo tuvo que oler y explorar, pronto se hizo ya que era fácil de educar por lo inteligente que era a base de juegos y premios. Con ella nos toco vivir siete años que consideramos los más felices de nuestra vida, no sabíamos lo que nos llegaría a continuación. El parque y la pelota era algo que le encantaba, tengo en la memoria a Sacha tumbada en la hierba con la bola en la boca y a mi agachándome a cogérsela con lo que comenzábamos otro juego.
Era la acompañante perfecta cuando salíamos a correr por el parque, no se quejaba nunca a la vez de que disfrutaba del momento. Y así fueron transcurriendo los años de nuestra vida entre juegos, salidas, paseos y viajes, siempre con ella, pues era como una hija para nosotros.
De repente un buen día nos dijeron que habíamos tenido suerte y que lo que parecía imposible tras diez años iba a ser una realidad, ¡íbamos a ser Padres!, y llego Álvaro nuestro hijo, ¿os creéis que fue un problema?, para nada lo primero que hicimos fue ponerlo desnudo encima de una manta para que Sacha lo oliera y descubriera poco a poco a su nuevo amito, lo olio y lamio bajo nuestra atenta mirada adoptándolo enseguida como propio, durmiendo debajo de la cuna, vigilando para que nada le pasara. En los paseos se pegaba al carro y miraba atentamente al que lo tocaba, solo miraba nunca gruñía ni ladraba, sino que solamente parecía que les miraba advirtiéndoles, ¡cuidado con lo que hacéis!.


Álvaro empezó a crecer y Sacha le sirvió de taca taca con lo que empezaron los juegos con el niño. Álvaro riendo y sacha siempre junto a él. Llego el momento de llevarlo a la guardería con la consiguiente desesperación de la perra, que tenía que ir con nosotros a buscarlo.


Un buen día le descubrimos un bulto debajo de la pata, la llevamos al veterinario el cual al verlo ya nos pronostico que no era bueno, le hicimos pruebas que nos diagnosticaron lo que no queríamos oír- Sacha tenía cáncer de riñón-, decidimos no medicarla más que para el dolor contaba ya con diez años y no la queríamos envenenar con quimio. Un buen día se puso muy mala y el veterinario nos aconsejo dormirla para que no sufriera, cosa que hicimos, aun recuerdo el dolor al enterrarla. Álvaro con tres años que tenía cuando murió no se daba cuenta de nada, es ahora con seis cerca de siete cuando la echa de menos y nos pide otro perro cosa que estamos madurando Nieves y yo. Solo pienso en lo que haría sacha buscando a Álvaro en el cole y eso me hace sonreír.
Con esto solo pretendo hacerle un homenaje a un animal que es todo cariño hacia las personas y que nunca te abandona algo que nosotros sí que hacemos con el habitualmente.

Fin

Zaragoza 19 de Enero 2010

A Sacha nuestra fiel mascota

3 comentarios:

Zayi Hernández dijo...

Era muy linda!
A veces cuando Dani me pide un perro le cuento que son como las personas y que mueren, siempre me dice "olvídalo, ya no lo quiero"... Soy muy sensible y se me entristeció el alma con el relato. Me duele mucho cuando mueren los animales ( soy de las que los considera parte de la familia) y recuerdo que cuando mi hamster murió estuve dos semanas que no tenía ganas de nada.
Un besito.

María Jesús dijo...

Me identifico mucho contigo, yo también tuve que dormir a mi perrita en junio de 2003. Y me identifico mucho con Sacha porque, yo también tuve cáncer de riñón en 2003. Siento que hayáis perdido a vuestra mascota,ahora seguro que estará en un buen lugar.

Un beso!

SHE dijo...

de eso ya habíamos hablado recuerdas ? crío schnauzers mini, de hecho hn nacido tres camadas de mis perritas, hay para lanzar al aireeeee , comprendo absolutamente tu sentir y pesar, sé que es eso.

abrazos y gracias por tenerme en el lugar de honor te enlazaré:)