EL ESPIA

EL ESPIA

 

 

El hombre sabía que no le quedaba mucho tiempo, desde la llamada que había recibido por la mañana, todo se había complicado. Se había levantado a las seis de la mañana como todos los días para ir a trabajar, no en vano llevaba seis años trabajando para la administración, figuraba como departamento de cultura pero todo el mundo sabía lo que era en realidad; una tapadera del servicio de espionaje de su país. A él lo habían reclutado hacia nueve años atrás en la universidad de arquitectura, se le acerco un hombre con camisa a cuadros, vaqueros y chaqueta, todo de marca proponiéndole su entrada al servicio secreto del país, diciéndole que lo llevaban siguiendo varios meses y que les parecería importante su participación. Tras unos días de deliberar en el cuarto del campus el hombre acepto; Lo llevaron a un campamento donde estuvo tres años estudiando desde diplomacia hasta manejo de una cantidad de armas que él nunca había pensado que existieran. Luego lo destinaron a Oriente medio, una de las características para su reclutamiento era su conocimiento del idioma Árabe. Primero Líbano, Palestina y finalmente Arabia Saudí.

Luego una llamada del Jefe lo traslado a su nación; Su misión dirigir el contra espionaje, el país había entrado junto a otros dos países en guerra contra un estado de Oriente Medio y se temían una serie de atentados. Formo un equipo y empezaron a investigar, así llevaban dos años cuando recibió la llamada de un confidente avisándole de un inminente ataque terrorista, lo que no sabía era ni donde, ni en qué lugar se producirían, de ahí su inquietud al no poder impedir algo que provocaría la muerte de ciudadanos en el territorio Nacional, y eso no tendría que suceder.

Llego al despacho a las siete de la mañana, desde casa había llamado para una reunión urgente a todo su equipo, en el les dijo la llamada que había recibido de una persona de confianza y lo que le había expuesto, así que les dijo que de manera inmediata pusieran a trabajar a todos los departamentos del país, para tratar de localizar a los terroristas y así tratar de evitar los atentados. Su trabajo se vino abajo una mañana gris, una serie de bombas estallaban en unos grandes almacenes donde realizaban compras la mayoría de los ciudadanos que habitaban en esa ciudad. El caos se apodero de todo, la gente corría de aquí para allá, grandes volutas de humo salían de los almacenes donde habían estallado las bombas y el pánico era la cosa generalizada en el ambiente. Los mismos ciudadanos eran los primeros en socorrer a los demás, pronto llegaron las ambulancias y bomberos, montando carpas y hospitales de campaña para atender a los heridos. Cuatro furgones grandes, negros, con los cristales pintados de negro llegaron al lugar de los hechos, de ellas bajaron el espía y su equipo, viendo lo que no querían ver desde que recibiera la llamada hacia ya unos días, sintió que su vida se había acabado en aquel mismo instante, no cejaría en encontrar y detener a los que habían cometido aquella atrocidad, el no tendría familia, todo su tiempo seria desde entonces para luchar por los demás y que para que crímenes como estos no se volvieran a repetir ni en su Nación ni en ninguna otra. Pero las elucubraciones para luego ahora lo primero era empezar a investigar para encontrar a los terroristas, perseguirlos y acabar con ellos sin piedad, nada de entregarlos a la justicia, la justicia la aplicaría él con su equipo.