Verdadero retrato suyo, de mal humor y gesto satírico. [El Prado]
Goya, en un primer dibujo preparatorio, no había acentuado tanto su mirada entrecerrada y de refilón. El gesto finalmente elegido lo muestra con aire más escéptico o crítico. Tenía entonces cuarenta y tres años.
1.- Modo como los antiguos españoles cazaban los toros a caballo en el campo.
En una paisaje agreste, un jinete alancea un toro mientras el resto de sus tres compañeros se afana por doblegar a la res con una cuerda enredada en su cabeza. El primitivismo de la época está evocado tanto en los rostros de los captores como en sus vestimentas de pieles.
Un prisionero español va a morir fusilado por las tropas napoleónicas: detrás suyo, un camarada muere por la descarga de un segundo pelotón; al pie del protagonista, otro patriota yace muerto. Goya consigue así transmitir la sensación de la simultaneidad de la muerte, en el espacio y en el tiempo, continuación del asunto tratado en el anterior grabado. La máquina de matar de la guerra -tan anónima como los cañones de los fusiles que asoman por la derecha de la estampa- es imparable, constante... y no hay remedio. Goya grabó este Desastre reaprovechando el dorso de la mitad de la plancha original del paisaje con una gran roca y edificios; la otra mitad se empleó en el Desastre 13.
2 comentarios:
excelente José!!!
Goya siempre ha sido de mis favoritos.
Besitos.
Un genio que me encanta y del que disfruto muchísimo, ya que su obra es universal. Siempre ando por los museos en busca de algún Goya y por supuesto, seguí sus pasos por Aragón, hasta conocer su Casa y su legado. Un abrazo y gracias por felicitarme por la boda de mi hermano. Hasta pronto, amigo.
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