12 junio 2009

DESEMBARCO

Frente al puerto de Orán, en una ancha azotea atardecida, formaron y pasaron revista a los voluntarios para la Legión Extranjera: casi todos, oro puro y desgraciado de España: estudiantes, profesores, obreros, campesinos, héroes de nuestra gloriosísima guerra, que preferían al lento perecer de los campos franceses de concentración, la dura vida aventurada, la muerte combatiendo por desesperanza, la huida tal vez.

Con lágrimas que me subieron de los huesos, mal vestidos y graves, los vi perderse en fila e internarse, seguramente para no salir más, por el ardido corazón de África.

Rafael Alberti: La arboleda perdida (Libro primero de memorias) .


"Todavía teníamos las manos calientes de los fusiles españoles cuando tuvimos que coger las armas de la resistencia contra los alemanes",

Luis Bermejo, jefe de la 2' División de los guerrilleros españoles que liberó Toulouse.

Esta historia aunque no es verídica es un recuerdo para todos aquellos españoles que lucharon junto a los aliados para liberar a Europa de los regímenes dictatoriales, sirva pues un homenaje para todos aquellos hombres que dejaron su vida en los campos de batalla en pos de la libertad.

Desde que acabo la guerra en España y tuve que huir a Francia mi pensamiento no era otro, que luchar contra el fascismo, cosa que no tardaría en suceder en toda Europa. Las primeras pruebas ya las habían hecho las tropas alemanas con su ayuda a Franco y los continuos bombardeos en localidades como Guernica, y que luego tuvieron que soportar los ingleses.

Los españoles no nos quedo otra que escondernos en los bosques y luchar desde allí cuando ocuparon Francia los alemanes, algunos como yo conseguimos embarcar y partir para Inglaterra lugar donde no fuimos muy bien acogidos, llenos de piojos nos miraban de esa manera como piojosos, siempre mirados por encima del hombro, sin darse cuenta los mandos militares que nosotros éramos los primeros que habíamos luchado contra el fascismo en nuestro propio país y contra nuestros propios hermanos. Con la llegada de los americanos cambio un poco la cosa, consideraron la experiencia de alguno de nosotros nombrándonos oficiales y comandando dos compañías de paracaidistas españoles, dándonos las ordenes de prepararnos ante algo gordo. Comenzamos a realizar saltos desde Abril preparándonos sin descanso para cuando nos necesitaran.

En la madrugada del 4 de Junio nos dieron órdenes de subirnos a los aviones, los hombres estaban demasiado nerviosos ante lo que acontecería en los días y meses sucesivos, aunque con ganas de entrar en acción, para eso se habían preparado durante esos meses. Sin apenas información nos olíamos que el desembarco para la liberación de Europa era inminente, nuestras dos compañías de españoles (una llamada Libertad y la otra República) saltarían desde el mismo avión, la misión que teníamos que desempeñar; ocupar un puente que estaba a 30 Km de Normandía e impedir el abastecimiento de los nazis costase lo que costase, y eso lo cumpliríamos hasta el último hombre. Los rotores se pusieron en marcha y enfilamos la pista, nuestro avión y cien más, cada uno lleno de soldados dispuestos a todo. Franceses, polacos, ingleses, americanos y un largo etc.…, ocupaban esos aviones, éramos la primera oleada del desembarco, de nosotros dependía que las oleadas posteriores tuvieran éxito o no.

A las 6 AM sobrevolamos Francia los nervios se acentuaban cada vez más al notar que nos acercábamos a nuestro objetivo, todos mirábamos hacia el piloto que en estos momentos se encontraba en rojo, cuando se pusiera en ámbar nos levantaríamos y nos prepararíamos para saltar. Las puertas de los aviones se abrieron y el cielo francés se pobló de paracaídas, la invasión a Europa había comenzado.

3 comentarios:

Caperucita dijo...

A pesar de que no me gustan ni las guerras ni las batallas, venir a verte siempre es aprender.
Espero poder continuar este interesante relato ya que me ha sabido a poco.
Besos.

José María dijo...

Fueron momentos históricos difíciles y desagradables; toda guerra lo es. No obstante me gusta leer cosas de aquella época y admiro la valentía de los hombres que lucharon hasta la muerte por una gran causa: derrotar al fascismo.
Estaré atento a tus nuevos relatos.
Un abrazo

mareaxe dijo...

hola, y nuestra amiga común, ¿por qué ya no tiene blog, es que le ha pasado algo malo?
Hace que no me conecto y me gustaría saberlo.