07 marzo 2010

Dia internacional de la mujer trabajadora Relato de Ana Una mujer como todas. Homenaje a las mujeres

La mujer como siempre se tuvo que levantar a las seis de la mañana, estaba un poco hasta el gorro, desde que la dejo su marido sin un Euro tuvo que sacar adelante a seis hijos, aun le quedaban tres menores a su cuidado, a los mayores con mucho esfuerzo y horas de trabajo les había podido dar una carrera y ahora los muy desagradecidos se desentendían de ella y sus hermanos más pequeños. Siempre pensaba lo que le había tocado sufrir durante toda su miserable vida, primero trabajando para sus padres, para luego casarse con un golfo, vago y borracho que solo le había sabido hacer seis hijos, abandonándola sin dejarle nada más que a sus niños y un montón de deudas. Había trabajado de todo; Desde pinche de cocina, hasta en una inmobiliaria. La desgracia se cebo una vez más en ella, la crisis cerro la inmobiliaria en la que trabajaba y tuvo que ponerse a limpiar portales para poder dar de comer a los pequeños. La vida seguía siendo dura para Ana que así es como se llamaba, mas era una mujer dura y luchadora y seguiría dando mal, trabajando y sacando adelante a sus hijos. Deslomada de trabajar y sin tiempo para su vida ella seguía día tras día luchando. Su pensamiento siempre era el mismo << ¿Tendré un día un golpe de suerte y mi vida será mejor?>>. Aquel día como todos se levanto para limpiar portales en una jornada interminable y ese día decidió dejar de lamentarse e iniciar un negocio, al mediodía y sin comer se dirigió a la cámara de comercio y pregunto por lo que tenía que hacer para montar una empresa de limpieza, allí le aconsejaron y animaron para iniciarlo casi sin capital, al no tener dinero le aconsejaron dirigirse a la casa de la mujer, explicar su situación y seguramente le ayudarían, con que eso hizo salir de la cámara de comercio e ir a la casa de la mujer. Llego y explico su situación, se pusieron manos a la obra para ayudar a aquella mujer. Entre unos y otros consiguieron que Ana consiguiera crear su empresa.
Ahora Ana se levantaba a las seis de la mañana pero todo era diferente, la empresa funcionaba bien siendo el asilo de mujeres que como Ana necesitaban sacar adelante a su familia, teniendo preferencia aquellas que más lo necesitaban. Los pequeños de Ana la ayudaban con los ordenadores y administración, su vida había cambiado sustancialmente, seguía siendo dura aunque más llevadera, aquella mañana a Ana le asomo una sonrisa en su cara al recordar cómo un año atrás en otro ocho de Marzo se encontraba desesperada, y ahora un año después le daban un premio a “ La mujer Emprendedora” .

Este micro relato es un homenaje par todas las mujeres trabajadoras, tanto dentro como fuera del hogar. A todas vosotras que paséis un buen Ocho de Marzo.
José Manuel Angulo García
Zaragoza 7 de Marzo de 2010

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