Conversacion (entre niños)

- Hola Alberto- Le saludo acercándose a la carrera.
- Hola Javier-contesto el otro.
- ¿Qué haces?-pregunto Alberto.
- Pues no me ves, aquí aburrido mirando a una lagartija, o ¿es que estas tonto?.
- ¿Jugamos a algo?, he traído el balón. Pregunto Javier.
- Y, que hacemos jugar los dos solos. Igual es un poco aburrido.
- Pues mi padre me ha contado, que cuando él era pequeño se pasaba las horas muertas jugando uno contra uno ,con un de sus mejores amigos-respondió Javier a Alberto
- ¿Y, como lo hacemos?.
- -Pues Muy fácil, ponemos dos piedras como porterías, una a cada lado y nos imaginamos un partido de la liga, o mundial, o lo que quieras. Ya verás cómo nos vera alguien y se acercara a jugar con nosotros.
Dicho y hecho, nos pusimos manos a la obra, cogimos cuatro piedras y las pusimos como porterías, una enfrente de la otra, marcamos el campo y nos pusimos a jugar .Nos imaginamos un estadio vitoreando y animando, sus dos aficiones cantando y pronunciando nuestros nombres.
En estas estábamos tan entretenidos, que no nos dimos cuenta de que nos miraba otro chico de nuestra edad, muy moreno casi negro.Percatandonos de su presencia nos paramos y le preguntamos.
- Hola .¿Quién eres?.Preguntamos a la vez.
- Hola soy Omar, soy nuevo en el barrio. ¿Qué hacéis?.
- Estamos jugando al futbol. ¿Quieres jugar con nosotros?.
- Si me dejáis -.Pues claro contestamos los dos a la vez.
Comenzamos a jugar. Primero se puso uno de portero y luego fuimos cambiando, quien metía un gol a ese le tocaba ponerse de portero.
No parábamos de reírnos alborotar y disfrutar. Nos creíamos grandes figuras del futbol, la gente vitoreaba nuestros goles, pronunciando nuestro nombres, unas veces oíamos, Omar, otras Alberto y otras Javier.
- ¿Qué hacéis?.Oímos de repente.
Nos volvimos los tres y vimos a una decena de niños, qué nos miraban.
- Estamos jugando al futbol. Estáis ciegos o que. Les dijo Alberto.-¿Queréis jugar?.
- Pero no veis que estáis jugando con un moro. Dijo uno de los niños.
- Y eso que más da. Le conteste yo.-¿No tiene dos piernas ,igual que nosotros?.
- Sí, pero es moro.
- Bueno, corto Alberto,¿quereis jugar o no?.
- Si juega el moro, no.
Alberto y yo nos miramos, miramos a Omar y dijimos:
- Venga Omar, sigamos jugando. volviéndonos al grupo de niños, les contestamos a la vez.
- ¡ A vosotros que os den!.

Un saludo a todas mis visitas.