03 marzo 2009

Carta a un MALTRATADOR

Hoy he recibido un correo que me parece muy interesante y el cual voy a compartir contodos vosotros,me gustaria saber vuestra opinion.

Carta a un maltratador
Fernando Orden Rueda 2º de Bachillerato, de Ciencias de la Salud. IES Bioclimático, de Badajoz. II Premio del II Concurso Nacional 'Carta a un maltratador', convocado por la Asociación 'Juntos contra la violencia doméstica'


P ara ti, cabrón: Porque lo eres, porque la has humillado, porque la has menospreciado, porque la has golpeado, abofeteado, escupido, insultado. porque la has maltratado. ¿Por qué la maltratas? Dices que es su culpa, ¿verdad? Que es ella la que te saca de tus casillas, siempre contradiciendo y exigiendo dinero para cosas innecesarias o que detestas: detergente, bayetas, verduras. Es entonces, en medio de una discusión cuando tú, con tu 'método de disciplina' intentas educarla, para que aprenda. Encima lloriquea, si además vive de tu sueldo y tiene tanta suerte contigo, un hombre de ideas claras, respetable. ¿De qué se queja?
Te lo diré: Se queja porque no vive, porque vive, pero muerta. Haces que se sienta fea, bruta, inferior, torpe. La acobardas, la empujas, le das patadas., patadas que yo también sufría.
Hasta aquel último día. Eran las once de la mañana y mamá estaba sentada en el sofá, la mirada dispersa, la cara pálida, con ojeras. No había dormido en toda la noche, como otras muchas, por miedo a que llegaras, por pánico a que aparecieses y te apeteciera follarla (hacer el amor dirías) o darle una paliza con la que solías esconder la impotencia de tu borrachera. Ella seguía guapa a pesar de todo y yo me había quedado tranquilo y confortable con mis piernecitas dobladas. Ya había hecho la casa, fregado el suelo y planchado tu ropa. De repente, suena la cerradura, su mirada se dirige hacia la puerta y apareces tú: la camisa por fuera, sin corbata y ebrio. Como tantas veces. Mamá temblaba. Yo también. Ocurría casi cada día, pero no nos acostumbrábamos. En ocasiones ella se había preguntado: ¿y si hoy se le va la mano y me mata? La pobre creía que tenía que aguantar, en el fondo pensaba en parte era culpa suya, que tú eras bueno, le dabas un hogar y una vida y en cambio ella no conseguía hacer siempre bien lo que tú querías. Yo intentaba que ella viera cómo eres en realidad. Se lo explicaba porque quería huir de allí, irnos los dos.Mas, desafortunadamente, no conseguí hacerme entender.
Te acercaste y sudabas, todavía tenías ganas de fiesta. Mamá dijo que no era el momento ni la situación, suplicó que te acostases, estarías cansado. Pero tu realidad era otra. Crees que siempre puedes hacer lo que quieres. La forzaste, le agarraste las muñecas, la empujaste y la empotraste contra la pared. Como siempre, al final ella terminaba cediendo. Yo, a mi manera gritaba, decía: mamá no, no lo permitas. De repente me oyó. ¡Esta vez sí que no!-dijo para adentro-, sujetó tus manos, te propinó un buen codazo y logró escapar. Recuerdo cómo cambió tu cara en ese momento. Sorprendido, confuso, claro, porque ella jamás se había negado a nada.
Me puse contento antes de tiempo.
Porque tú no lo ibas a consentir. Era necesario el castigo para educarla. Cuando una mujer hace algo mal hay que enseñarla. Y lo que funciona mejor es la fuerza: puñetazo por la boca y patada por la barriga una y otra vez.
Y sucedió.
Mamá empezó a sangrar. Con cada golpe, yo tropezaba contra sus paredes. Agarraba su útero con mis manitas tan pequeñas todavía porque quería vivir. Salía la sangre y yo me debilitaba. Me dolía todo y me dolía también el cuerpo de mamá. Creo que sufrí alguna rotura mientras ella caía desmayada en un charco de sangre.
Por ti nunca llegué a nacer. Nunca pude pronunciar la palabra mamá. Maltrataste a mi madre y me asesinaste a mí.
Y ahora me dirijo a tí. Esta carta es para tí, cabrón: por ella, por la que debió ser mi madre y nunca tuvo un hijo. También por mí que sólo fui un feto a quien negaste el derecho a la vida.
Pero en el fondo, ¿sabes?, algo me alegra. Mamá se fue. Muy triste, pero serenamente, sin violencia, te denunció y dejó que la justicia decidiera tu destino. Y otra cosa: nunca tuve que llevar tu nombre ni llamarte papá. Ni saber que otros hijos felices de padres humanos señalaban al mío porque en el barrio todos sabían que tú eres un maltratador. Y como todos ellos, un hombre débil. Una alimaña. Un cabrón.


Jose MAnuel

6 comentarios:

estoy_viva dijo...

A mi es que estos temas me ponen rabiosa, como una persona puede maltratar a otro como si fuera dueño y señor, es terrible lo que tienen que pasar estas personas y los hijos que conviven con este tipo de personas, como siempre digo mano bien dura para los que maltraten, castigos ejemplares y pena a cadena perpetua, con trabajos forzados y nada de rebajarle años por buena conducta.
Con cariño
Mari

Clarisa dijo...

Que duro Jose. Lo peor es que esto es una ralidad en nuestro país y en todo el mundo y lamentablemente la justicia es muy lenta. A la vista está que en nuestro país según el ministerio de igualdad hay 400.000 mujeres maltratadas y muchas de ellas tardan una media de 8 años en denunciar a sus parejas. Sólo en Aragón este año ha habido 1.499 denuncias.
En el 2007, 78 víctimas.
En el 2008, 81 víctimas y muchas de ellas pendientes todabía de investigar su causa.
Escalofiante¡¡¡

La gata en el tejado dijo...

Hola Jose_65!!!
Gracias por esta entreda que me recomendaste. Este chico si que promete me ha gustado mucho como esxpresa el tema del maltrato. Una dura realidad que yo también tube la desgracia de vivir. me han venido recuerdos amargos pero al mismo tiempo me alegra de que él jamás pueda volver a hacernos daño. Pues mi madre logró al final abrir los ojos gracias a mi ayuda. un beso enoooorme y gracias por esta entrada. Fantastica!!Maltrato nunca mais!!!!

Anónimo dijo...

Ufff Jose, que duro es esto, pero que bueno que lo hayas publicado.

Sabes que es lo que me parte en veinte pedazos cuando leo o escucho este tema, siempre pienso en los niños que la padesen, la persona mayor...esta bien todo mal igual, pero ellos NO, imagino el miedo que deberan tener ante esas situaciones y quedo hecha un fleco.

José te dejo un fuerte abrazo y gracias por tu visita y comentarios, me gusta encontrarte ahi.
Buen miercoles!

Unknown dijo...

Dios!!!..

Cuanta impotencia... cuanto miedo.. cuanto sin sentido.. no lo entiendo.. siento rabia... y miedo...

Tuve una amiga con esos problemas... y fue terrible.....

Un abrazo

Javier dijo...

Muy fuerte este relato o carta, y muy original la forma en la que lo relata y desde el punto de vista que lo hace. No me extraña nada el segundo premio, muy merecido. Es bueno que la gente joven se implique y se moje en estos temas, es bueno que los centros participen y se organicen en las asociaciones concursos para que la juventud critique y desprecie a esos desgraciados que hay por el mundo para destrozar vidas y maltratar a madres e hijos (familias enteras). Me gustó leerlo.

Un abrazo.